La Plaza de la Catedral
La Plaza de la Catedral
En el siglo XVIII la “Plazuela de la ciénaga” adquiere mayor jerarquía social, con el establecimiento de los jesuitas y la reedificación de algunas viviendas para ser convertidas en casas señoriales.
En el siglo XVIII fueron ampliadas y reedificadas algunas construcciones sustanciales, estas debieron tener balcones de madera en lugar de los actuales de hierro.
En cuanto a restauraciones, la más significativa fue la realizada en 1929, tomándose en cuenta el proyecto del urbanista francés M Forestier, las obras se encomendaron a Luis Bay Sevilla, se sustituyó el pavimento de la plaza por adoquines apropiados para formar figuras geométricas.
Callejón del chorro.
El primer acueducto habanero ”La zanja Real” se consideró concluido en 1592, cuando llegó a la plazuela de la ciénaga su más caudaloso ramal a través del llamado Callejón del Chorro.
Durante 243 años fue el único acueducto que abasteció de agua a la Ciudad de La Habana. El agua era conducida desde el río Almendares, aprovechando la inclinación del terreno, recorriendo una distancia de 2 leguas (aproximadamente 11Kms).
Para destacar el lugar el gobernador Juan de Tejeda mandó a colocar una lápida conmemorativa con la cruz de Santiago y en castellano antiguo.
Esta calle se llamó antiguamente del Jaguey y estaba abierta en toda su extensión hasta “Monserrate”.
Era frecuente la presencia en este lugar de marinos que se abastecían de agua, se menciona en el siglo XVIII a las armadas francesas mandadas por los almirantes Caetlogon y Chateau, y en 1726 para la española de Don Antonio de Castañeda.

Casa de Baños. Galería Víctor Manuel.
Edificada en el lugar donde se construyó en 1587 un aljibe, aprovechando un manantial existente. En 1854 se encontraba en esta esquina los almacenes de depósitos de frutos del Chorro.
Fue en el siglo XVII de una sola planta … rafas, tapias y tejas. En el siglo XVIII (1740), perteneció al licenciado Atonio Palacian y Gatica, Teniente gobernador y Auditor de Guerra, fundador de la Cátedra de Leyes de la Universidad de La Habana, quien fue deportado a México y enviado a prisión por presentar una denuncia contra el Capitán General de la época. En la segunda mitad del siglo XIX se encontraban los baños públicos ¨Guilisanti¨o de la ¨Catedral. El actual edificio data del siglo XX, retocado con detalles coloniales al ser restaurada la plaza en 1935.
Hoy es la Galería de Arte Víctor Manuel.
Catedral.
Escogido el lugar por el obispo de Compostela para establecer a los padres jesuitas, se ordena la construcción de una Ermita de Guano, dedicada a San Ignacio de Loyola, no obtienen licencia para establecerse hasta 1727.La primera piedra de la iglesia se colocó y bendijo el 19 de marzo de 1748, por el obispo Lazo de la Vega, con la asistencia del Capitán General Francisco Cagigal.
Ya para 1767, época en que se decretó la expulsión de los jesuitas del país, estaba concluido el colegio, y muy adelantadas las obras de la iglesia (para 1777 se considera terminada).
Frente a las labores finales estuvo el arquitecto Pedro Medina.
En 1777 se traslada la Parroquial Mayor para esta iglesia.
El asiento de la catedral de La Habana, como consecuencia de la división de la isla en dos diócesis se produce en 1789 (24 de noviembre), siendo nombrado obispo de esta diócesis Felipe José de Tres Palacios, reconstruyendo el oratorio de San Ignacio en Catedral dedicada a la Purísima Concepción, convirtiéndose en la sede principal del clero secular y de la alta jerarquía. Fue declarada monumento nacional en 1944.
La escalinata y el atrio se construyeron posteriormente, producto del estado en que se ponía el piso en tiempos de lluvias.
Capilla de Loreto
Posterior al inicio de la construcción de la Catedral, comienza la edificación de la Capilla de Nuestra Señora de Loreto y de un colegio que se tituló la Casa de Nuestra Señora de Loreto, concluyéndose esta en 1755, bajo la dirección del obispo Pedro A. Morell de Santa Cruz, obra de L. Camacho..
La fachada de esta capilla data de la fecha señalada, su frente se encuentra hacia la calle de San Ignacio, aquí se guardan los restos del obispo Apolinar Serrano, en su interior un monumento escultórico a su memoria.
En la parte superior de la portada de la Capilla de Loreto aparecen un sol y dos estrellas(motivos no usuales en la arquitectura colonial cubana, típicos de la arquitectura mexicana y peruana.
La capilla de Loreto es restaurada en 1984, encargándose de la obra el arquitecto Daniel Taboada
Catedral. Exterior.
Su fachada sin revoque, muestra un barroco logrado a través de elementos constructivos que nos impactan visualmente en sentido de movimiento, luz, y sombras, dado por sus columnas adosadas, volutas, cuadrifolios, hornacinas sin santos, remates en espiral.
Las torres asimétricas constituyen un injerto enteramente premeditado, realizado por el gusto ignaciano,. Al parecer la más estrecha representa el diseño original, ensanchado a la derecha quizás solo para dar cabida a una más cómoda escalera interior. Otros plantean que se hace una más estrecha para que no quedara cerrada la Calle de San Ignacio.
Catedral .Interior.
Planta en cruz latina, con tres naves, capillas laterales y una cúpula.
Sus interiores fueron modificados alrededor de 1814, al incipiente gusto neoclásico del obispo de Espada. Fue gradualmente ornamentada con ocho altares de caoba, que ostentan en sus retablos otras tantas pinturas del maestro Vermay (copias de Rubens y de Murillo). Se sustituyen las antiguas imágenes estofadas o de vestir. Se respetó el coro de los canónigos, tallado en maderas preciosas con crestería de estirpe barroca en las que alternan copas portacirios y medallones dorados, junto a la iconografía de bustos de santos.
Las pinturas de la parte alta del coro fueron ejecutadas por Giuseppe Perovani, estas representan “La potestad de la iglesia dada a San Pedro”,” Asunción a los cielos de María” y “La última cena” restauradas posteriormente por Vermay.
Se reemplazan el piso de piedras por otro de mármol.
Los techos originales de madera, según Pezuela… cedros cortados en arista de mediopunto, no era en realidad sino una tosca estructura de listones que formaban una bóveda de arista con lunetas sobre la cual se había aplicado una capa de yeso simulando bóvedas nervadas y pinturas decorativas.
En 1820 se colocó el altar mayor de mármol que sostenía un templete clásico, obra ejecutada por el escultor español Antonio Solá.
En la capilla de Loreto un nuevo altar neoclásico acogió el lienzo de la Virgen de Loreto.
De 1946 al 50, la Catedral fue sujeta a un amplio proceso de restauración, dirigido por el arquitecto Cristóbal Martínez, la cúpula se elevó y fue coronada por una linterna ciega que encierra el mecanismo para mover la gran lámpara central comprada en México, el coro de los canónigos fue trasladado a un vano abierto hacia el lado de la sacristía.
Los techos de yeso se sustituyen por bóvedas reales de cantería.
.Para la visita del Papa Juan Pablo II en enero de 1998 es sometido el presbiterio a un proceso de restauración dirigido por el arquitecto Carlos Morel.
Se reinstaló la mesa de mármol que sostenía el templete clásico de Espada, se ubicó el coro de los canónigos ampliándolo a través de la restauración.
Se trasladó para la Capilla de Loreto el Templete de los tiempos de Espada.
Casa del Marqués de Aguas Claras.
En 1748 esta casa perteneció a Don Sebastian Peñalver y Angulo (hermano del Marqués de Arcos), quien pidió al Cabildo Licencia para portales.
Comenzó a reedificarse en 1751, su construcción duró más de 20 años, vendida en 1770 al abogado habanero Antonio Ponce de León y Maroto, Primer marqués de Aguas Claras.
Su portada es barroca modalidad gaditana, con la rareza de no presentar zaguán.
El portal construido con posterioridad al núcleo original, presenta una arcada inusual de cuatro arcos de medio punto y un carpanel – arco ~ en el centro. Sobre la azotea aparece un local que algunos suponen fue el del jefe de la servidumbre.
A fines del siglo XIX estuvo establecido el colegio San Isidro el Labrador. A principios del siglo XX, Oficinas del Industrial Bank y posteriormente Restaurante París.
Desde 1965 se encuentra funcionando el Restaurante El Patio.
Casa de Luis Chacón.
Construidoen 1720, se considera este inmueble el más antiguo de esta plaza, sin portal, cubierta mudéjar, el patio y corredores que la cierran por sus cuatro lados datan de la segunda mitad del siglo XIX:
Su primer dueño el criollo habanero Luis Chacón, ocupó tres veces el cargo de gobernador civil y militar de Cuba entre 1702 y 1713 –única vez en la historia para un criollo- . Su sobrina Luisa se enlaza con el primer Conde de Casa Bayona, que era a su vez sobrino de Luis Chacón, estos no tienen descendencia, a partir de su fallecimiento los bienes fueron dejados al Convento de Santo Domingo.
En el zaguán de la escuela de escribanos también se llevaban a cabo las ventas de esclavos.
Entre otros arrendatarios la casa fue propiedad de Martín Calvo de La Puerta y Pancho Marty.
La vivienda ganó considerable popularidad en el siglo pasado al instalarse en ella el colegio de escribanos, después el colegio notarial y en este siglo el periódico La Discusión para el que escribió varios artículos Alejo Carpentier, en 1931 fue propiedad de la fábrica de ron Arrechabala.
Desde 1969 se encuentra instalado el Museo de Arte Colonial, en la planta baja las salas están dedicadas a la arquitectura, transporte, (en la alta) mobiliarias, vidrieras y salas ambientadas.

Seminario de San Carlos y San Ambrosio.
Este ocupa la mayor parte de la manzana que cierra la plaza por el noreste.
En la zona ocupada entonces por la Batería de san Telmo, comienzan a construir los Jesuitas su colegio “San José´”, tras su expulsión del país el obispo José de Echevarria solicita al rey Carlos III la aprobación para erigir un nuevo seminario en La Habana.
El 3 de octubre de 1774 abre sus puertas el Real Colegio y Seminario San Carlos y San Ambrosio. La puerta principal y más vieja de su actual sede al fondo de la avenida del puerto gracias a que en el siglo XX se rectificó el canal de entrada a la bahía ganándole espacio al mar, que antes colindaba. Sus valores arquitectónicos siguen señalados en su antigua portada hecha en retablo al estilo que se dice siguieron en España los discípulos de Churriguera; en sus vetustos claustros en cuadrilátero con el único ejemplo en Cuba de arcadas pareadas y amplias escaleras con pasamano de caoba negra
Dentro de sus alumnos ilustres figuraron: Francisco Arango y Parreño, Tomás Romay, José Agustín Caballero, José Antonio Saco, Félix Varela, Domingo del Monte, Rafael María de Mendive, José Agustín Cervantes, Nicolás M de Escobedo, Cirilo Villaverde, Carlos Manuel de Céspedes, etc. Félix Varela fue posteriormente la enseñanza dialogada, la libertad de discusión y estimuló a los alumnos a la formación de criterios propios
En 1946, al ocupar el arzobispado habanero el cardenal Manuel Arteaga, emprendió una transformación bastante radical en el seminario, adquiriendo su fachada neobarroca hacia el mar.
Aun sesiona como seminario, encontramos en una de las celdas de la planta baja un pequeño Museo dedicado al Presbítero Félix Varela Morales.
Actualmente su rector es el padre René Ruíz (anterior sacerdote de la iglesia de La Caridad.
Se ofrece una formación espiritual, litúrgica, pastoral y humana.
Desde sus comienzos se podían cursar no solo estudios eclesiásticos sino además carreras civiles.
Actualmente (1998) el claustro está formado por 28 profesores, 6 laicos y 4 religiosos, el resto son sacerdotes diocesanos y de órdenes religiosas.
Cursan estudios 67 alumnos, 48 diocesanos (viven allí) y 19 de distintas congregaciones (Jesuitas, Capuchinos, Paules, Escolapios, Carmelitas, Dominicos, Franciscanos, etc.).
Se emplean 8 años para su formación, los dos primeros curso propedéutico, en el primer año se imparte Español, Literatura, Historia, el Nuevo Catecismo, Filosofía y lógica.
En el segundo año desde Psicología experimental hasta introducir la Historia de la Filosofía.
En el tercer y cuarto año se profundiza en la Filosofía (Antigua, Media, Moderna y contemporánea, además Eco Política, Idiomas, Cosmología, etc.
Los últimos cuatro años se emplean en Teología.
En 1997 se ordenaron 6 seminaristas.
